
Por Redacción:
Ciudad de México.- Carla regresa a casa después de un día intenso de trabajo. Revisa las tareas de sus hijos mientras cena y, más tarde, se conecta a su clase virtual de maestría. Son las 10:30 de la noche cuando finalmente cierra la computadora, consciente de que al día siguiente el ciclo se repetirá. Esta escena refleja la realidad de miles de profesionales que buscan crecer profesionalmente sin descuidar a su familia.
La tensión entre desarrollo profesional y vida personal ha alcanzado un punto crítico. Según datos recientes, el 59% de los trabajadores no aceptaría un empleo que comprometa este equilibrio. La situación se complica aún más para los padres que trabajan tiempo completo: casi el 67% asegura que dejaría su empleo para enfocarse en la familia si las condiciones económicas lo permitieran. Sin embargo, renunciar al crecimiento profesional rara vez es viable. La clave radica en encontrar estrategias que favorezcan el desarrollo integral.
La gestión del tiempo es uno de los pilares para lograrlo. Establecer horarios, reservar espacios para la familia y definir momentos de estudio permite aprovechar cada hora del día. La tecnología también es una aliada, al ofrecer aplicaciones de organización y plataformas educativas con flexibilidad horaria.
Otro factor esencial son los límites claros: definir cuándo termina la jornada laboral. Esta delimitación no solo favorece al profesional, sino que fomenta el respeto y la organización en el entorno familiar.
La Universidad Internacional de Valencia propone estrategias como la comunicación asertiva con empleadores, la delegación de tareas y la creación de rutinas compartidas. Estas prácticas permiten mantener un balance más saludable entre responsabilidades.
En este contexto, el modelo MAPS se presenta como una propuesta educativa innovadora implementada por Tecmilenio. Se basa en tres principios: Modular (cada módulo es un certificado avalado por empresas y expertos), Apilable (permite acumular certificados para construir distintas rutas de aprendizaje) y Personalizable (ofrece elecciones alineadas al propósito de vida y a la empleabilidad deseada). Con ello, cada estudiante puede diseñar un plan adaptado a sus metas.
Como señala el Dr. Luis Gutiérrez, Vicerrector Académico de Tecmilenio: “El verdadero éxito profesional no se mide únicamente por los logros académicos o laborales, sino por la capacidad de crecer integralmente, manteniendo la armonía con aquellos valores y personas que realmente importan en la vida”.
Este modelo reconoce que los profesionales en formación requieren más que flexibilidad; necesitan un sistema que entienda sus realidades y ofrezca experiencias que enriquezcan tanto lo personal como lo laboral. Lograrlo exige claridad en prioridades y una perspectiva de largo plazo.
Las actividades recreativas también resultan fundamentales: el 82% de los profesionales afirma que su salud mental mejora cuando dedica tiempo al esparcimiento. Estos espacios permiten recargar energías y mantener la claridad necesaria para cumplir con múltiples responsabilidades.
La conciliación entre vida laboral, familiar y académica no es una utopía. Con planificación, límites claros y el apoyo de instituciones educativas que comprendan estas realidades, es posible alcanzar un balance en el que desarrollo profesional, bienestar familiar y crecimiento personal coexistan armónicamente.