
Por Monserrat Californias
Alessandra Rojo de la Vega, alcaldesa de Cuauhtémoc, respondió a las críticas de la presidenta Claudia Sheinbaum por retirar las estatuas de Fidel Castro y el Che Guevara en la colonia Tabacalera.
Rojo de la Vega sentenció que “Fidel Castro y el Che Guevara fueron asesinos” y que “el asesino no es menos asesino si pertenece a la izquierda”. Con ello, subrayó que la violencia no distingue ideologías.
La alcaldesa explicó que la remoción se basó en fallas administrativas y legales, pero defendió su postura moral. Afirmó que quienes tomaron vidas violentamente no merecen conmemoración pública, sin importar su origen político. Añadió que el debate debe centrarse en las víctimas y no en la orientación ideológica de los agresores.
Rojo de la Vega también cuestionó a Sheinbaum: ¿“Qué importa si de izquierda, centro o derecha?” dijo, enfatizando que la alcaldía no preguntó a los vecinos si deseaban rendir homenaje a esos personajes ni si preferían invertir en otras prioridades. A su juicio, aun siendo figuras históricas, su carácter violento invalida cualquier justificación para preservarlas.
Además, la alcaldesa mencionó que ambas estatuas fueron colocadas sin permisos oficiales ni aprobación del Comité de Monumentos y Obras Artísticas en Espacios Públicos (COMAEP). Subrayó la irregularidad del proceso, aunque recalcó que el fundamento del retiro no se limita a procedimientos, sino a un juicio moral sobre el pasado.
Por su parte, Sheinbaum lamentó la acción y propuso reubicarlas en otro sitio, comparando el caso con la estatua de Cristóbal Colón, retirada previamente y trasladada a un lugar alternativo. Aseguró que está dispuesta a dialogar, aunque Rojo de la Vega dejó claro que no avala rendir homenaje a figuras con historial de ejecuciones.